lunes, 6 de diciembre de 2010

Pulgas En La Azotea

Hay veces que es mejor callar, pero las voces en mi cabeza no se pueden apagar. Conversaciones que fluyen entre el bien y el mal, conversaciones que es mejor no recordar.
Todo pasa acá adentro, un cuerpo y una mente compartida por dos elementos, dos personas completamente opuestas que se largan en una lucha interna cada vez que algo pesa.
Una me dice que si, la otra me dice que no y en el medio estoy yo dando vueltas.
Hablan de cosas que no entiendo, emiten opiniones que no acepto, no se si hacerle caso a una o a la otra, simplemente quiero que se callen todas.
Ellas son las que inventan mis sueños, esos que tanto anhelo, crean conversaciones que cuando no se hacen realidad me llenan de mala energía y vuelvo a empezar a odiar.
Odiar por lo que no fue, lo que sucedió al revés, todo aquello que invente y simplemente no logre.
Odio a la realidad y que las cosas no sean como las pensé,  darme cuenta que nada es como lo soñé.
Tal vez así sea mejor, debería aprender a convivir con mi otro yo, pues tan adentro de mi están que nunca, nunca se van a callar.

1 comentario:

  1. Es horrible ese momento. Dos personitas debatiendo en tu cabeza qué es lo más correcto, qué es lo más adecuado. Al final lo único que conseguimos es liarlo más así que haz callar a las voces y simplemente sigue a tu intución y a tu corazón. En estos asuntos, es el único que importa.

    Un besotee

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