Yo no se si fue el destino o fui yo quien te busque.
Me prepare física y psicológicamente para verte y encontrarte y así fue.
Te vi, me viste y nos sonreímos como siempre, con ese dejo de ironía, de rencor y a la vez de amor. Sentí tu perfume, ese que hace tanto se me aparece en cada lado que estoy, pero esta vez venia de vos.
Estaba en nuestras miradas, en nuestras manos, en nuestras ganas y como tantas otras veces terminamos en ese beso lleno de pasión y amor, como si toda nuestra relación se basara en esos besos de reencuentro.
Nos separamos pero sabíamos que no iba a ser por mucho, en nuestras miradas se hacia presente una charla pendiente. Como siempre mi carencia de orgullo me ayudo a hacer mi jugada y mi tan muerto celular volvió a la vida esa noche dando su debut con tu número. Ese maldito número que por más que borre de todos lados nunca se va a borrar de mi cabeza.
Me reprochaste, te reproche, me heriste y te herí, te agrandaste con tus historias y no te callaste ninguna de tus compañías, yo no me quede atrás y seguí tu juego, te conté de el y del otro, nunca te nombre que estoy sola aprendiendo a convivir conmigo.
Entre besos y empujones nos dijimos lo poco que siempre nos lastima, me retaste por mis nuevos hábitos, locamente esos hábitos que vos tenías y tanto me molestaban.
Cada palabra que solía salir de mi boca hace dos años atrás ayer volvieron a salir de la tuya demostrándome que me escuchabas y te importaba.
Que nos paso? Quien se equivoco? Que nos alejo? Es algo que todavía no puedo comprender, y no se si lo haré algún día.
Mi Corazon se Fue
Mi Corazon se Fue
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